martes, 13 de diciembre de 2011

Jugando a la Play Station


Jugando a la Play Station

“La NBA es cada vez más negocio y menos deporte”, decía Pau Gasol esta semana. El ala-pívot de Sant Boi de Llobregat se ha sincerado. No es una salida de tono como tal, ni un exabrupto por rencor, ni siquiera una licencia literaria. Pau no necesita más dinero de Los Ángeles, ni más fama, ni por supuesto vivir en un mundo irreal. Pero seguramente exija respeto con estas palabras. Cuando una superestrella de este calibre se mueve en la NBA, el mercado se renueva y todos ven moverse rondas del draft, jugadores fracasados, jóvenes promesas, etc. de un lado a otro. Los topes salariales se desequilibran, las ‘amnistías’ comienzan a aparecer, todo se descontrola. Realmente, esto siempre ha pasado en la NBA, pero nunca a los niveles de esta temporada. El ‘lockout’ ha dejado solo dos semanas para negociar todo un plan anual, y las prisas, que no son nunca buenas consejeras, están alumbrando traspasos calamitosos que más tarde darán lugar a digestiones pesadas.

Solamente un dato. El viernes 9 se abrió el nuevo marco de contratación. Pues bien, en tan solo 4 días ha habido, y no se me asusten, ¡259 contratos! Lógicamente, para ser precisos, habría que desglosar entre traspasos entre franquicias –un total de 68–, jugadores que firman para probar en los campos de entrenamiento, nuevos contratos a los rookies, agentes libres, etc. Pero hay detalles tan vomitivos que realmente da vergüenza hasta saber que se están llevando a cabo. Un traspaso muy curioso que tuvo lugar el primer día de fichajes: Milwaukee Bucks fichó a Keyon Dooling –aquel prometedor base que perdió en Lisboa ‘99 la final del Mundobasket juvenil contra nuestros Juniors de oro– y obtuvo una segunda ronda de draft de los Boston Celtics a cambio de, agárrense los machos, los derechos del alero ¡Albert Miralles!

…Poco que añadir. Albert Miralles es un jugador de 29 años que se formó en la cantera de Joventut de Badalona y que probó las mieles del sistema universitario estadounidense en Indianápolis y Forth Wood. Fue drafteado por Toronto Raptors en el año 2004 en el puesto número 39 de segunda ronda, e inmediatamente sus derechos pasaron a Miami Heat. Pero jamás ha pisado una cancha NBA en competición oficial. Sin embargo, después de 7 años, sigue siendo un cromo válido para traficar en aquella liga. Ahora juega en el Angélico Biella de la Lega italiana, pero Boston tiene su cromo en Estados Unidos. Con él puede negociar y trapichear todo lo que quiera. Con este dato entendemos más las declaraciones de Gasol, que observa atónito como su compañero de equipo y amigo Lamar Odom se va a Dallas Mavericks a cambio de nada, solo para aligerar la carga salarial del equipo, como puede llegar a entrar él mismo en hasta tres traspasos distintos cada día, etc. 

Pau Gasol y Chris Paul luchan por un balón. Los General Manager de la NBA luchan traficando con sus contratos. Foto: Agencia EFE


En estas circunstancias, es difícil entender algo o intentar explicar las intenciones reales de los General Managers de aquella liga. A mí se me ocurre que piensan que a la NBA se juega como a un juego de la Play Station, haciendo traspasos caprichosos para tener el equipo con más All-Star y que más pueda fardar en las pistas. Ahora se han puesto de moda los ‘Big Three’. Sin problemas. Unas pocas horas de juego para planear los traspasos y las vidas de los jugadores en una incógnita existencial, en una encrucijada entre lo honorable y la desfachatez de comprobar en sus propias carnes los efectos más perniciosos de ser carne humana, simple mercancía, tráfico de trabajadores. Cobran mucho dinero a cambio, dirán algunos. Pero se convierten en cromos que viajan de un lugar a otro dependiendo del capricho de sus dueños. Todo esto está permitido. Por todo esto se han estado peleando durante meses sindicato y patronal. Parecía legal la defensa de Billy Hunter y Derek Fisher a los jugadores. Pero viendo los efectos del cierre patronal, a veces es difícil pensar si no hubiera sido mejor que no hubiera comenzado la temporada…

1 comentario:

  1. Muy buen artículo Fernando. Que puntazo lo de la inclusión de los derechos de Miralles en un traspaso.

    Saludos

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