jueves, 22 de septiembre de 2011

'Iblocka', sueños en las alturas


La historia de Serge Ibaka (Brazzaville, República del Congo; 1989) es la historia de un niño que soñó con huir de una guerra. Una guerra espeluznante, la de 1998, que significó la matanza de alrededor de 4 millones de personas, en uno de los genocidios más brutales en la historia de la humanidad. 'Hutus', 'Tutsis', 'Fuerzas Ugandesas' y 'Fuerzas del gobierno de Kinshasa', combatieron durante cinco años en un conflicto de poder estratégico en los Grandes Lagos. La explotación de maderas preciosas, diamante y coltán se llevó parte del futuro de aquellas tierras, que jamás olvidarán la masacre de aquellos días.

Serge perdió a su madre en el conflicto, y su padre fue detenido y acabó en una prisión francesa. Eran 18 hermanos que vivían del restaurante de su abuelo, que desgraciadamente también falleció. Así que su abuela se convirtió en la verdadera mamá del pequeño Serge Ibaka, un niño de 9 años que había crecido admirando a sus padres. Su madre jugaba en la selección de la República Democrática del Congo (reivindicada años antes en la Primera Guerra del Congo por el dictador Laurent Kabila) y su padre jugaba en la República del Congo (conocida anteriormente como Congo Francés).

Con solo ocho años, Serge motivaba a su hermano Igor a entrenarse, ante la mirada incrédula y burlona del resto de aldeanos. Los entrenamientos eran durísimos y consistían en salir a correr a las cinco de la mañana, hasta llegar a lo alto de la colina de Brazaville. Pero la cosa no acaba ahí. Una vez abajo, Igor, extenuado, oía algo así como: "Vamos a echar unas canastas y después abdominales". El ritmo espartano de Serge era inconcebible para el resto, pero sin esa fe ciega en sí mismo, jamás habría terminado jugando en la mejor liga del mundo, la NBA, y siendo convocado por la selección española de baloncesto para el Eurobasket de Lituania, en el que se ha proclamado recientemente campeón de Europa.

A los 16 años ya jugaba con el Avenir du Rair en los Campeonatos de África, que reunían a los mejores equipos del continente. Después de entrenar para algunos clubes en Francia, por fin le vieron unos cazatalentos españoles. El CB Hospitalet le echaba el lazo por su potencial baloncestístico. Los informes que había proporcionado Anicet Lavodrama, uno de los grandes embajadores del baloncesto africano en nuestro país, fueron la pieza clave para su contratación. Allí echó sus raíces españolas, deslumbrando gracias a su actuación en el prestigioso torneo junior que se disputa todos los años en Hospitalet de Llobregat.

Poco después debutó en el equipo senior en la Liga Leb Oro. Con 18 años sus números fueron impresionantes: 11,8 puntos; 8,3 rebotes (3º de la liga) y 3,1 tapones (mejor taponador de la competición). Era el 8º jugador en el ranking de valoración. Un novato, un auténtico junior con cualidades atléticas y profesionales por encima de muchos jugadores senior.




Problemas burocráticos no le permitieron participar con la Selección Española Junior, pero sí pudo disputar el Circuito Sub-20 con el DKV Joventut.

En 2008, los Seattles Supersonics (actuales Oklahoma City Thunder) lo eligieron en primera ronda del draft, en el puesto número 24. Era el tercer jugador más joven en ese sorteo, y tuvo que tomar una decisión difícil pero madura: continuaría en España hasta estar preparado para jugar en Estados Unidos. El primer jugador de la historia del Congo en llegar a la NBA le había dicho hasta luego al circo de millones de la competición más importante a nivel mundial. En cambio elegía seguir en España. El Ricoh Manresa lo fichó gracias a los contactos con Jordi Ardévol, amigo y representante del jugador en España. Sus números no fueron espectaculares ese año, pero sí su progresión como jugador. Promedió 7,1 puntos; 4,5 rebotes y 1 tapón por partido, en apenas 16 minutos de juego.


En verano de 2009, por fin los Thunder ejercieron su opción de compra y el jugador aceptó irse a Oklahoma, un lugar idoneo para un novato, con un equipo joven edificado alrededor de Kevin Durant, y progresando codo con codo con Rusell Westbrook, rookie de primer año en la liga, y compañero de promoción del joven Serge.

Con un contrato garantizado de dos años, a finales de junio el equipo le ofreció dos años más. Ibaka ha firmado con los Thunder hasta 2013 por 3,5 millones de dólares cada temporada. Una verdadera 'ganga' para un jugador que se ha consolidado como uno de los mejores pívots defensores de la liga: 9,9 puntos; 7,6 rebotes y 2,4 tapones (mayor taponador de la liga).



Serge representa a España

Su gran temporada no solo le garantizó un gran contrato. Apenas dos semanas después, por fin se solucionó su nacionalización con España. El 15 de julio se ratificó su condición de ciudadano español en el Consejo de Ministros. Sergio Scariolo solo podía llevar a un jugador asimilado, esto significaba, llegado a España con menos de 18 años y que hubiera disputado tres años en baloncesto de formación. Eran los casos de Nikola Mirotic, el alero del Real Madrid, y del propio Ibaka.

No lo dudó y a principios de agosto Serge ya estaba preparando el Eurobasket junto a la lista de 15 preseleccionados.

La ilusión era enorme para un jugador con una historia humana tan brutal. Y su torneo así lo ha reflejado. En la final contra Francia logró batir un record histórico: 5 tapones en apenas 4 minutos. Lo nunca visto.

Su evolución en el campeonato fue de menos a más, convirtiéndose en una pieza clave a partir de cuartos de final frente a Eslovenia. Terminó con buenos números: 7,1 puntos y 4 rebotes y 1 tapón en 17 minutos de juego. Y con la sensación de ser una joya aún por pulir. El 18 de septiembre, día de la final contra Francia, Serge cumplía 22 años. Si se resuelve el 'Lockout', disputará su tercera temporada en la NBA, siendo todo un campeón de Europa y un 'All Star' en ciernes. Pero sobre todo, lo que es Serge Ibaka es un chico humilde, que no olvida su pasado ni tampoco sus raíces, las de un niño de la guerra que consiguió superar todas las adversidades gracias a su trabajo e ilusión.

"Yo sigo siendo uno de esos niños. No lo voy a olvidar nunca. Solo tuve la suerte de que me dieran una oportunidad. Me veo reflejado en ellos. Sé cómo se sienten, lo que piensan, lo que sufren. Yo también tenía sueños, como ellos. En esta vida, no todos tienen lo que yo tengo. Con poco hay que estar contento. Si tengo una cama para dormir, un plato para comer y unos pantalones para vestir, estoy
feliz"


Este es Serge 'Iblocka', como le conocen en Estados Unidos. Un chico que es todo corazón, con una sonrisa más grande que su cuerpo y un halo de leyenda que seguro materializará en los próximos años.

Un 'Informe Robinson', el programa de Canal + dedicado a narrar historias del deporte, quiso navegar más profundamente en la vida del joven Ibaka. Aquí dejo las dos partes de un documental asombroso.



No hay comentarios:

Publicar un comentario